Generosita

Inauguro mi blog personal hablando de esas ocasiones en las que te lanzas a la piscina, a lo loco. Creo que es uno de los mejores temas para inaugurarlo después de lo sucedido hace escasos días en mi profesión. Soy gemóloga y me dedico a comprar por todo el mundo piedras preciosas, también conocidas como gemas, para después venderlas. Parece sencillo, ¿verdad?

Una de esas ocasiones en las que decides arriesgarte fue con la Generosita. ¿Generosita por qué? Porque me llamo Elisa Generoso, y esta historia que te voy a contar se produjo porque estuve en el momento justo y en el sitio preciso.

Estaba con mi amigo indio y con unos vendedores en Jaipur y me trajeron un lote de ópalos que eran muy extraños, de un azul intenso. Y me dije: “Uff, estos deben ser ópalos teñidos”.

De hecho, yo trabajo con ópalos teñidos y son maravillosos, pero este ópalo teñido era muy raro.

Para elaborar ópalos teñidos se parte de ópalos traídos de Etiopía que tienen reflejos de colores, pero este ópalo era azul uniforme y no tenía esa iridiscencia. Era parecido a un ópalo mejicano pero el color no lo había visto nunca. Yo no he visto todas las gemas del mundo, pero este ópalo me parecía muy raro y pensé que era teñido, y aunque los vendedores me aseguraban que no lo era, yo insistía en que sí porque ese color no existe entre los ópalos. No era posible y además el precio era exorbitante para ser un ópalo teñido.

Me trajeron un certificado de un laboratorio de la India que yo desconocía, evidentemente desconfié porque podía tratarse de un certificado inventado o falso, ya que es una práctica habitual que hacen muchos vendedores y hay que tener mucho cuidado con la veracidad de los certificados.

Como había confianza con mi amigo, les propuse llegar a un acuerdo respecto al precio porque, aunque eran muy caros me los quería llevar y les sugerí que, si finalmente resultaban ser teñidos, los iba a devolver porque evidentemente, una gema tan cara siendo teñida, no la iba a poder vender.

Así que lo primero que hice al llegar a España fue llevarlos al Instituto Gemológico Español (IGE) y allí también se extrañaron al ver ese color y pensaron lo mismo que yo, que eran teñidos.

Los analizaron con los instrumentos y maquinaria de precisión de la que disponen y no hallaron rastros de ningún tinte.

Opalo descubierto por Elisa Generoso. Gemóloga española y propietaria de las tiendas de gemas y piedras preciosas Why Not Gems de gama alta y Naturjoya de gama media.

La casualidad es que el director del IGE iba a Riga (Letonia) y se los llevó para que los analizaran en sus laboratorios más en profundidady tampoco encontraron rastros de tinte, así que ¡eran ópalos naturales sin teñir!

Al descubrir que era una gema que no se había visto nunca, el siguiente paso fue consultar a otros compañeros gemólogos de Argentina y de EEUU y nadie los había visto nunca. Investigué por internet, escribí a la GIA (Gemological Institute of America) y me confirmaron que nadie los conocía.

Así que asumí que había descubierto una piedra que no se había visto nunca, un nuevo tipo de ópalo y pensé: “¿Que nombre le pongo?”.

Pregunté cómo se hacía al registro mercantil, a CIBJO (Confederación Internacional de Joyeros) y nadie sabía cómo actuar o todo parecía muy complicado.

Al final este ópalo era una variedad y no un nuevo espécimen y las que se registran son las variedades. Así que el primero que la encuentra, le pone el nombre y se queda así, como ha pasado con la Hiddenita, con la Kunzita, con la Taaffeíta o con cualquier otra gema.

Así que, tras los consejos de Lisi Fraccia, ha sido bautizada bajo el nombre de Generosita.